Si los manejas, tienes ventaja sobre el resto y sumas una forma esencial de diferenciarte. La comunicación no verbal, según La Enciclopedia Libre, es el proceso de comunicación mediante el envío y recepción de mensajes sin palabras. Tracy Goodwin, máster en comunicación corporativa, señala la siguiente clasificación por tipo.
Emblemas: son símbolos que hacemos con nuestro cuerpo que tienen un significado popularmente reconocido.
- Pulgar arriba: bien!
- El índice en los labios: silencio
Reforzadores: son gestos y movimientos que robustecen nuestro mensaje verbal
- Girar la cabeza de un lado a otro: No
- Levantar ambas cejas: Sorpresa
- Llevar la mano a la oreja: ¿Cómo dices?
Adaptadores: estos movimientos los usamos para sentirnos más cómodos frente a ciertas situaciones. Dependen mucho de la persona y el contexto
- Cruzarse de brazos: puede significar estar a la defensiva o sin ánimo de interactuar
- Mirar hacia abajo: ocurre cuando no se está de acuerdo con algo o no quiere llamar la atención
- Caminar cerca de una pared: es típico de la gente introvertida (no necesariamente tímida). Ocurre cuando la persona se siente cómoda o entretenida con sus propios pensamientos antes que querer llamar la atención
Mirada: A través de la mirada puedes saber el nivel de interés y confianza de una persona
- Revolotea: mirar de un lado para otro es nerviosismo e inseguridad
- No mirar a los ojos: si casi nunca mira los ojos, no hay interés o no está de acuerdo sobre algo y quizá no se atreve a decirlo.
- Mira fijamente a los ojos: esto es predatorio y antinatural. Es evidente que lo hace a propósito, suele incomodar a quien se mira.
El mundo de la interacción no verbal es gigante y muy entretenido, estas son sólo nociones básicas para introducirse al tema y vale la pena saberlo para cuidar cómo te comunicas y entender mejor al resto.
Próximamente la segunda parte.
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