¿Recuerdas cuando pequeño que no te dejaban hablar con extraños? Bueno, ya no eres un crío. Te asustan con el cuento de los extraños y en ningún momento te dicen que con tan sólo un ¿cómo va tu día? A un vendedor, un auxiliar de aseo, o a una chica que le preguntas una dirección, le puedes alegrar un poquito el día. De pasada, te vas soltando para ganar personalidad. Intenta lo siguiente
1.- Cuando veas a alguien que no puede decidir qué llevar en el supermercado, ayúdale o bromea; “¿siempre pones esa cara de concentración cuando eliges qué bebida llevar? Parece que te va a explotar la cabeza”
2.- Si ves alguien que le cuesta llevar un bulto, ayúdale, aunque sea 5 minutos de tu tiempo, la persona te lo agradecerá.
3.- Te gusta cómo se viste alguien. Bueno, ¡díselo! Muchas mujeres gastan una hora de su día en arreglarse y nadie les dice nada sobre su estilo. No te quedes mirando como un predador a su presa.
Cuando puedas, di algo más que “hola” y “gracias” a desconocidos, de a poco verás como ganas habilidades sociales.
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